Arquitectura "Duck"
La arquitectura no es solo construir cosas bonitas o funcionales; también es una forma de comunicación. Un ejemplo extremo de esto es la arquitectura "duck", un concepto que sacaron Robert Venturi, Denise Scott Brown y Steven Izenour en Learning from Las Vegas (1972). Básicamente, se refiere a edificios que son su propio mensaje, como el famoso Big Duck en Nueva York, una tienda de patos con forma de pato. En este tipo de arquitectura, no hace falta un letrero para decirte qué es el lugar: el edificio en sí ya lo grita.
Lo curioso de la arquitectura "duck" es que rompe con la típica idea de que la función debe definir la forma de manera sutil. En su lugar, convierte la forma en el mensaje principal. Se diferencia de la "decorated shed", donde un edificio normal simplemente añade carteles o señales para que la gente sepa de qué va. Por ejemplo, en un McDonald’s clásico, el letrero dorado de la M hace el trabajo, pero si fuera un "duck", el edificio tendría forma de hamburguesa o papas fritas. Suena divertido, pero también nos hace preguntarnos hasta qué punto la arquitectura debería depender tanto de su imagen.
Lo que hace genial a los "ducks" es su impacto visual inmediato: los ves y entiendes su propósito al instante. Pero esto puede ser un arma de doble filo. Aunque son llamativos y memorables, también pueden verse como exageraciones o incluso volverse obsoletos si el negocio cambia. Un zapato gigante que antes era una tienda de calzado quizá no tenga mucho sentido si después lo convierten en una oficina. Este estilo de arquitectura funciona perfecto para lugares comerciales o de entretenimiento, pero en otros contextos puede sentirse un poco forzado o fuera de lugar.
Más allá de lo funcional, la arquitectura "duck" también nos pone a pensar en cómo interactuamos con los edificios y qué esperamos de ellos. En un mundo donde la imagen lo es todo y todo entra primero por los ojos, los "ducks" parecen adelantados a su tiempo. Son una respuesta a una cultura visual en la que lo simple, lo obvio y lo icónico tienen más impacto que lo sutil. En cierto sentido, podríamos decir que este concepto ya existe en redes sociales, donde el diseño de espacios se convierte en una marca por sí mismo.
Al final del día, la arquitectura "duck" es una apuesta arriesgada. Para algunos, es una manera creativa y efectiva de conectar con el público; para otros, es un ejemplo de lo que pasa cuando el diseño se simplifica demasiado. Pero, sin duda, lo más interesante es la conversación que abre sobre cómo los edificios pueden contar historias sin necesidad de explicaciones. Después de todo, ¿qué mejor manera de entender un lugar que si literalmente es lo que representa?
Referencias: https://www.isado.net/4146-sesiones
https://www.archdaily.cl/cl/02-146695/plataforma-en-viaje-edificio-pato
David A. Figueroa Santiago
Comments
Post a Comment